Let go...

Comienza un nuevo ciclo, una nueva inspiración, un nuevo reto. Ha sido un año duro, lleno de cambios imprevisibles e incluso aparentemente inabordables. Un año lleno de luz y oscuridad, un año exigente, en el que lo imposible ha cobrado vida y lo posible ha dado giros copernicanos. Hemos llegado incluso a creer en ocasiones que nada tenía sentido, nos hemos caído y levantado una y otra vez, un año en el que nuestra fortaleza se ha puesto a prueba y en el que la palabra "rendirse" no ha tenido cabida. Una carrera de fuego para reubicarnos, para ordenar nuestra vida y nuestro interior desde el caos, para deshacer costumbres, apegos e incluso relaciones oxidadas.

Ha terminado un ciclo que parecía que no nos daba tregua y ahora, tras la aridez, llega el renacer desde las profundidades; nos volvemos a reconstruir para ser más grandes desde esta perfecta imperfección. Sigamos buscando aquello que soñamos, porque nada es imposible, porque la esperanza es infinita, porque la grandeza está dentro si confiamos en nosotros.


Os deseo un año lleno de amor, verdad y consciencia.