Escritura automática...

Un caos elegido, ordenado y sin sentido.

Esta loca mini aventura de escribir desde lo irracional, desde lo inconsciente, brotan ideas capaces de levantar mundos internos y derribar murallas infinitas.

Y ahora, desde el más íntimo silencio, en la más oscura profundidad, es cuando veo esa luz y desde la incomprensible hermosura de la vida intuyo la conexión que existe entre los seres. Mientras veo cómo desde la pequeña experiencia podríamos mover montañas, consciencias, incluso cambiar el mundo.

El miedo, el amor, la ira, la soledad, la felicidad...todo tan dentro de nosotros que nos une en un mismo punto de inflexión que abarca la inmensidad. Y desde ahí, es justo desde ahí desde donde podemos hacernos eternos o ínfimos, desde donde podemos elegir, desde donde hacemos de la vida algo nuestro.

La vida no se explica, se vive...las relaciones con otros seres también. Se conectan y si tienes suerte, si consigues desenredarte de esa maraña en la que nos convertimos cuando sólo sabemos mirarnos el ombligo te das cuenta de que todos somos únicos pero que anhelamos lo mismo. 

Que el miedo nos es más que un freno que nos ponemos ante un deseo que pueda no cumplirse; de que detrás de la ira se esconde la frustración, de que la soledad es necesaria para aprender a ser tolerantes con nosotros mismos y con los demás, de que la felicidad existe si no nos obcecamos en buscarla en el futuro y nos limitamos a vivir en el presente y de que el amor nos hace poderosos, casi inmortales....libres si sabemos amar desde la intuición en lugar de desde la proyección.

Si sentimos amor de verdad, amor consciente, amor elegido y no hambriento...entonces nos daremos cuenta de que es la esencia desde donde se gesta todo lo demás.