domingo, 5 de julio de 2015

Un canto a la vida

Un canto a la vida



La esencia del ser humano, aquello que nos une y nos separa tanto. Las personas, las situaciones, el momento adecuado en el lugar perfecto, el cruce de almas. Ese preciosisimo intercambio de esencias que debería ser desinteresado.
Hoy me niego a hablar de la oscuridad, y ya sabemos que no debemos enterrarlo; pero hoy quiero expresar un canto a la luz de las almas.
Un canto a las lágrimas que brotan por emoción, por amor, por vivir momentos únicos e irrepetibles y ser conscientes de ellos en ese mismo instante. Un canto a todas esas personas que se cruzan en mi camino, o yo en el suyo o viceversa. Un canto a la "causalidad" de los encuentros fugaces y los perennes, en resumen, un canto al sentido de la vida.

Hoy me siento plenamente agradecida, y mejor aún, plenamente libre de gritarlo a los cuatro vientos, libre de poder elegir con todas las consecuencias, con todo el sentido que tiene equivocarse.
Hoy quiero contagiaros la alegría de vivir, de sentir y apreciar cada instante como si fuera el último, cada rayo de luz, cada mirada cómplice, cada gesto, cada palabra,caricia o abrazo con su lenguaje oculto. Lo afortunada que me siento de ser quien soy y estar aquí y ahora, por tener en mi vida a las personas que me hacen ser, por hacerme partícipes de las suyas y porque dan color a la mía.
Y hoy es uno de esos días en los que me paro y observo la hermética e insonora belleza del universo en el que todo me parece extraordinario e incluso mágico.
Si supiéramos observar detenidamente sin esperar nada, dejándonos empapar por el simple hecho de vivir y escuchar lo que el mundo tiene para nosotros, lo que nuestra esencia nos dicta, si fuésemos más intuitivos y menos intelectuales, más transparentes y menos cobardes; nos sentiríamos más plenos, seríamos menos egoístas, más humildes, más honestos y fieles al sentido final de nuestra existencia.

Lo único que queda es el amor; puede sonar ñoño, idealista, una utopía...Pero si de verdad nos centráramos en dar amor; y no me refiero al amor sentimental únicamente, sino al respeto por la vida, al sembrar "buen rollo", al amor intrínseco que quiero creer que todos llevamos dentro, si fuésemos más valientes para dar sin freno, para desnudarnos, para sentirnos vulnerables e incluso expuestos, seríamos más fuertes, más libres, más puros.
¿Porqué amar con freno? El contacto con la vida tiene su parte dolorosa, el "ser herid@" no va depender de amar, de dar, de soñar con medida; sino de la capacidad que tengamos para valorar los grandes momentos y de darles el espacio que tienen dentro de nosotros. Entonces, como recompensa, podremos decir que realmente estamos viviendo desde la libertad y eso nos hace invencibles.

Buenas noches.

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